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1796. Llegan a La Habana los supuestos restos del Almirante Cristóbal Colón, encontrados en la Catedral de Santo Domingo.

1822. El Presidente haitiano Jean Pierre Boyer ordena la creación de un ejército para invadir a Santo Domingo.

1864. El general Pedro Santana, con el título nobiliario de Marqués de Las Carreras, sale hacia el poblado de San Antonio de Guerra, a la cabeza de seis compañías del regimiento del rey.

1916. El presidente de EEUU, Woodrow Wilson envía una carta a su par dominicano Juan Isidro Jiménez, en la que le manifiesta su amistad y colaboración para asegurar la paz y prosperidad de los dominicanos.

Valladolid

El 20 de mayo de 1506 fallece Cristóbal Colón en Valladolid. Su fallecimiento se produce en esa urbe porque se encontraba siguiendo a la Corte itinerante de Fernando el Católico.1​ No se sabe exactamente en qué lugar se produjo la muerte, aunque pudo ser o bien en una modesta posada o en la casa de un marinero llamado Gil García donde se encontraba de invitado. Sus funerales se celebraron en la Iglesia de la Antigua de Valladolid2​ y se depositó su cadáver en el Convento de San Francisco de la ciudad.

La Cartuja de Sevilla

Su hijo Diego mandó trasladar los restos de Colón al Monasterio de Santa María de las Cuevas, más conocido como la Cartuja de Sevilla, probablemente, por el cariño que sentía Colón hacia este lugar.3​ Los restos fueron entregados a la comunidad cartuja de Sevilla el 11 de abril de 1509.4​ El traslado fue realizado por un primo de Cristóbal Colón, Juan Antonio Colón, que a su vez fue mayordomo de Cristóbal y de su hijo Diego.5

Santo Domingo

Bartolomé de Las Casas, en su obra Historia de las Indias, finalizada en 1561, fue el primero en decir que el cadáver había sido trasladado desde Sevilla a la capilla mayor de la iglesia catedral de Santo Domingo.6​ El historiador del siglo XIX Antonio López Prieto7​ narra que los restos fueron sacados del Monasterio de Santa María de las Cuevas, llevados a una carabela y trasladados a Santo Domingo en 1536.8​ Sin embargo, Antonio López Prieto basa su relato en un manuscrito de 1549, titulado Relación de cosas de La Española, que está perdido.

Autores posteriores a Bartolomé de las Casas, como Diego Ortiz de Zúñiga, en su obra Anales, también narra que los restos fueron trasladados de Sevilla a Santo Domingo.

La fecha de 1536 coincide con un documento del monasterio que dice que esa fue la fecha de la entrega de los restos, sin embargo «entrega» puede ser simplemente a nivel formal, a la expedición del documento de entrega, y no es sinónimo de salida, porque hay razones para creer que esta salida pudo haberse producido algunos años después.

Las capillas mayores de las catedrales americanas se consideraban Real Patronato, y no se podía enterrar allí nada más que a las personas autorizadas por el rey.9​ María de Toledo, viuda del hijo de Colón, como virreina, prima de Fernando el Católico, sobrina del duque de Alba, hija del comendador mayor de León, vecina de Santo Domingo y benefactora de su catedral se consideraba con empaque suficiente como para reclamar al rey Carlos el traslado de los restos del almirante.10

La fecha de 1536 para el traslado no parece probable. Existen Cédulas Reales de Carlos V donde se ordenaba al deán y cabildo de la catedral de Santo Domingo enterrar en ella a Cristóbal Colón y a su hijo Diego. Las cartas y documentos de este proceso están fechadas en 1537, 1539, 1540.11​ Además, las obras de la catedral de Santo Domingo no terminaron hasta 1540.12

Por tanto, si se pone en entredicho la fecha de 1536, no se sabe con certeza en qué fecha exacta se hizo el traslado de Sevilla a Santo Domingo.1314

Se da también la coincidencia de que el 10 de julio de 1544 pasa una flota por Sanlúcar de Barrameda hacia Santo Domingo. En dicha flota iba la virreina María de Toledo con los restos de su marido, Diego Colón, que había muerto en el municipio toledano de La Puebla de Montalbán el 23 de febrero de 1526. Los restos de su esposo, Diego, habían estado también en el Monasterio de la Cartuja. En esa flota también iba Fray Bartolomé de las Casas y llegaron a Santo Domingo el 9 de septiembre. Los restos de Colón pudieron haber viajado también en este viaje en 1544. Pudiera argumentarse también que los restos de Colón fueron llevados a La Española en un viaje de Sevilla a Santo Domingo que hizo Luis Colón, nieto del almirante, en 1540.15

Aún sin conocerse la fecha, parece claro que se le trasladó a América, siendo enterrado en la Catedral de Santo Domingo, donde se mantuvo hasta 1795, cuando fue trasladado a La Habana.

Traslado a La Habana

Traslado de los restos de Colón desde Santo Domingo (1795)

Por la cesión de la isla a Francia, firmado el 22 de julio de 1795, España cedía a la República Francesa la parte que aún poseía de la isla La Española. Era el reinado de Carlos IV y el arzobispo de Santo Domingo era fray Fernando Portillo y Torres, de familia distinguida y gran formación académica.16​ Entre las varias actuaciones que se iban a llevar a cabo en la isla el arzobispo Portillo considera que una de las tareas más importantes es el traslado de los restos de Colón a La Habana. Esperó la llegada, el 8 de noviembre de 1795, del comandante en jefe de las fuerzas españolas en el Caribe, Gabriel de Aristizábal para que, aparte de evacuar a mucha gente, promoviese el traslado de las cenizas del almirante.

Con el apoyo del arzobispo Portillo, el general Aristizábal, y las autoridades políticas Joaquín García y José Antonio Urízar, este último representante del descendiente de Colón, el duque de Veragua. El proyecto de exhumación se fijó para el 16 de diciembre de 1795, aunque el traslado fue aprobado formalmente por real orden el 5 de marzo de 1796.

La exhumación se produjo el 20 de diciembre de 1795. Existe testimonio escrito de todos los que participaron en la exhumación, así como dos actas, una abreviada y otra completa, levantadas por el escribano José Francisco Hidalgo.17​ Se abrió una bóveda que estaba junto al presbiterio donde se tomó la caja, que se encontraba deshecha y con los huesos dispersos. El representante del duque de Veragua había encargado para meter los restos una caja nueva de plomo dorada, que a su vez metió en una ataúd de cedro forrada de terciopelo rojo con galones de oro, que a su vez iba en otra caja exterior.

Los huesos dispersos, así como las planchas de metal de la caja deshecha, pasaron a la caja nueva. El representante del duque de Veragua dice que fueron varios pedazos de huesos de canilla y cráneo y cenizas. Al día siguiente se celebraron en la catedral honras fúnebres con misa solemne y oración fúnebre. A las 4 y media de la tarde de ese día 21 de diciembre, en presencia de la Real Audiencia y de un cortejo de gala, los restos se dirigieron al Puerto, donde el general Aristizábal portó los restos hasta el bergantín bautizado como el Descubridor y se trasladó hasta la bahía de Ocoa, donde trasbordó los restos al barco San Lorenzo.18

El San Lorenzo, gobernado por Tomás de Ugarte, llevó los restos al puerto de La Habana, ya que su destino era la catedral de la ciudad. El barco llegó al puerto el 5 de enero y entonces comenzaron los preparativos para un recibimiento de gala. En el puerto, el 19 de enero, los restos fueron recibidos por el comandante general Juan de Araoz, delegado de Aristizábal, y fueron entregados al gobernador de la isla Luis de la Casas, en un acto solemne en el que participaron las autoridades civiles, militares y eclesiásticas. Posteriormente los restos fueron llevados a la catedral, donde el gobernador se los entregó al obispo cubano, Felipe José de Trespalacios.

Los huesos son colocados en un nicho y en 1822 se realizarán obras para agrandarlo para incorporar una caja de caoba forrada de plomo con una Constitución de 1812, una medalla conmemorativa de esta y otras de plata de Carlos III y Carlos IV y algunos textos civiles y eclesiásticos. Además se colocó una nueva lápida que decía: ¡O restos e imagen del gran Colón/Mil siglos durad unidos en la urna/Al Código Santo de nuestra nación!.19

En 1823, cambios políticos en España obligaron a quitar esta urna de plomo con el texto constitucional y se cambió el epitafio por: ¡O restos e imagen del gran Colón/Mil siglos durad guardados en la urna/Y en la remembranza de nuestra Nación!.20

Desde mediados del siglo XIX el Ayuntamiento de La Habana pensó en realizar un monumento para albergar los restos del almirante. En principio se pensó en construir un monumento por suscripción pública y colocarlo en el cementerio de la ciudad. Posteriormente, se pensó en realizar un momento sepulcral para la Catedral de La Habana.21​ El ministro de Ultramar encargó la elección del monumento a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid.21​ Se escogió el proyecto realizado por el escultor madrileño Arturo Mélida en 1891, que es el que finalmente sería finalizado en la Catedral de Sevilla en 1902.2022​ El Museo del Prado de Madrid conserva un boceto escultórico del monumento.23

jenchy9suero@gmail.com

Jenchy Suero
Jesús Antonio Suero Castillo (Jenchy Suero), nació en San Juan de la Maguana, catedrático universitario, comunicador, economista y abogado. Ha dirigido diversas entidades profesionales y organizativas de la sociedad, etc. Jenchy Suero, conduce y produce el programa televisivo: “Primera Hora” y conduce “Panorama Social, ambos cada día de lunes a viernes en la televisión de Santo Domingo República Dominicana.

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