Por: César Herrera.-
«Si esto fuera de dos
vías hablaríamos de
usted.’
Así le dijo aquel día la
Magistrada Germán a
ese mismo bergante
llamado Jean Alain
delante del presidente
y frente a toda la gente.
_*_
¡Qué pronto llegó ése
día! ¡ La vida tiene iro-
nias!
Y qué humilde se vió el
señor,con su carita de
horror, entregando los
expedientes
a su ofendida incumbe
nte.
_* _
Ahí no incluyó el tu-
nante los papeles im-
portantes
de su frondoso expe–
diente.
Tampoco está Catalina
y no apareció Gonzalo
y mucho menos Medi_
na,y boto los de Dian__
dino,y a lo largo del ca_
mino,el de Odebrecht
confundió.
_* _
Pero hay una oficina
donde todo comenzó,
ahí reposa el archivo
de todo lo que ocurrió con la Punta Catalina.
_* _
No importa que sea en Brasil o en la «bolita
del mundo»; pronto se
sabrá el rumbo de to__
dos los vagamundos,
y de quiénes son esos
nombres que esconden los codino–
mes.
_ * _
Hay mucha gente se
ñores con diarrea y con
temblores,
y como si fuera poco,
también con muchos
dolores.
No pueden salir tampo-
co ni siquiera al Aero__
puerto,
allí lo espera un conci_
erto,y los llevarán aho_
ra hasta la «Nueva Vic_
toria», bailando bachata
y salsa
y también un merengon,
al ritmo de la tambora,
de la güira y saxofón.
_ * _
Como el tiempo es implacable,
ahora la gente espera,
cuando se coman el
cable,
lo disfruten de verdad
y tomen de la sicuta
que le dieron a la gente
y ya no vuelvan jamás!!
