26 de diciembre del 2022.
Honorable Miriam Germán.
Procuradora General de la Republica.
Su Despacho.
Ciudad.
Distinguida y apreciada ciudadana.
Con dejo de tristeza, he leído su carta dirigida a sus adjuntos, aunque con un “paño de vergüenza ajena”, establece que “El Ministerio Publico no solo se debe a la sociedad” como si la sociedad no fuera el fin último de toda gestión pública.
Aunque reconoce que: “Ciertamente, hay decisiones que deben ser cuestionadas, no hay mejor espacio para hacerlo que a través de los recursos, con respeto y deferencia, pero bien fundamentado y con una exposición clara de los agravios”, los cuales desde mi punto de vista, nunca serán contra las instituciones, sino contra esta sociedad cansada de agravios sempiternos.
Recordar que la real Audiencia rechazo el recurso de Enriquillo porque no era un súbdito de la Corona, sin embargo, luego la Corona le reconoció su derecho, para como parte beligerante, para negociar la paz con Barrio Nuevo.
Establece usted, que: “Las respuestas deben ser limitadas, directas y precisas, pero no alimentar la posible desconfianza de la sociedad en las instituciones, sobre todo contribuir con los juicios paralelos: nuestro trabajo es en los tribunales e informar a la opinión pública, pero no continuar el litigio por los medios, así como en otras esferas distintas a los tribunales”.
Piero Calamandrei estableció que: “En colaboración cordial con el pueblo, hemos de administrar justicia, y que nada sin la opinión pública tiene fuerza de soberanía”.
De la misma manera Francesco Carnelutti nos dice que: “Lo que ocurre es que los delitos se asemejan a las amapolas, que cuando hay una en un campo, todos se dan cuenta de ella; y las buenas acciones se ocultan como las violetas, entre la yerba del prado. Si los diarios se ocupan con tanta asiduidad de los delitos y de los procesos penales, es porque la gente se interesa mucho por ellos”.
Nos dice usted que: “No se pretenda partir del supuesto que todas las sentencias son conforme al derecho, en particular con el debido proceso y la tutela judicial efectiva, ajenas a cualquier crítica”.
Para a seguidas continuar: “Hay sentencias que pudieran ser valoradas como no apegadas al derecho, y que no resistirían un examen desde el punto de vista de la coherencia y de la lógica, pero los medios de comunicación no son el espacio pertinente para dirimir esos asuntos”.
Pudiera estar de acuerdo con usted, si los medios de comunicación que surgieron al amparo de la corrupción y de la impunidad, que tantas críticas hicieron a su designación y a las primeras acciones contra los corruptos, hoy no estuvieran ponderando “sus sanos juicios” establecidos en su misiva.
Cómo no criticar aquel Procurador, que en un repulgo de conciencia, confesó que había hecho una lista de personas para ser perseguidas por la Procuraduría y que dejó una porque entendió que: “esa persona tenía el apoyo del poder”, del mismo poder del que él dimanaba; y cuando no recurrió aquella sentencia, no fue por falta de confianza en los jueces, fue porque ese mismo poder que lo nombró, nombró también los jueces que debían conocer su recurso.
Usted debe mantenerse al margen de las criticas, también de los críticos, porque este sistema de justicia que se empeña en defender, hace rato que hizo agua, todas las decisiones judiciales son ordenadas y lo sabe, los pocos jueces que se han “atrevido” a ser independientes, hoy purgan sus penas en las jurisdicciones de niños, niñas y adolescentes, administrativa o de tierras, no menciono sus nombres para no ponerle más peso a sus cruces.
Sabe usted que las actuaciones de los órganos judiciales han generado una total desconfianza en la sociedad, solo hay que preguntar por qué habiendo una reapertura del asesinato de Orlando Martínez, Salvador Lluberes Montas murió intocado como un cristal de Venecia; por qué los asesinos de Narciso González andan pululando y se hacen visibles en los actos políticos de sus protectores; por qué los autores intelectuales y materiales de Yunior Ramírez, han quedados en libertad, mientras el sicario pagado se responsabiliza del caso, y como este podríamos mencionar múltiples casos de indiferencias judiciales.
No le corresponde a usted salir en defensa del precario estado del sistema judicial dominicano, deje que sean los políticos responsables de los males que nos aquejan, los que se atrevan a salir al frente.
Termino esta misiva llena de vergüenza mía, por no haber hecho todo lo necesario para cambiar esta realidad; y le cito las sabias palabras de Jacques Isorni, cuando en su libro “Los Casos de conciencia de los abogados”, nos dice: “Señores Procuradores, la formula que define sus funciones es una de las más bellas que quepa imaginar: La pluma es sierva y la palabra es libre. Hay en ustedes una parte de soldados y una parte de magistrados. El
soldado obedece. El magistrado es libre. La disciplina y la libertad de conciencia conviven en sus personas”.
“Asuman sus responsabilidades, señores magistrados. Encontraran de nuevo el orgullo de sus funciones y la consideración debida a su estado, así como el respeto que merecen sus personas. Jamás tendrán el menor inconveniente en su carrera. Es legítimo que piensen en ella. Les aseguro que será tanto más brillante cuanto más libres se muestren.
Aprovecho la ocasión para saludarle a la distancia y desearle una feliz navidad y un próximo año de lucha y sacrificio.
Muy Atte.
Tomas B. Castro Monegro.
Jenchy Suero
Jesús Antonio Suero Castillo (Jenchy Suero), nació en San Juan de la Maguana, catedrático universitario, comunicador, economista y abogado. Ha dirigido diversas entidades profesionales y organizativas de la sociedad, etc. Jenchy Suero, conduce y produce el programa televisivo: “Primera Hora” y conduce “Panorama Social, ambos cada día de lunes a viernes en la televisión de Santo Domingo República Dominicana.
