Varios centenares de ucranianos se manifestaron este domingo en Lisboa para pedir el fin de la invasión rusa en su país, que esta semana cumple tres años, en una protesta marcada por el rechazo a las condiciones de negociación que ha propuesto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los manifestantes, que se reunieron en la turística plaza de Dom Pedro IV, más conocida como Rossio, iban cargados con banderas ucranianas y con múltiples carteles en los que se leían mensajes como «Rusia terrorista», «Nada sobre Ucrania sin Ucrania» y «Paz para Ucrania«.
Durante la concentración, el presidente de la Asociación de los Ucranianos en Portugal, Pavlo Sadokha, advirtió de que las agresiones se remontan a 2014 con la ocupación de Crimea y que el presidente ruso, Vladímir Putin, no quiere luchar «solo contra Ucrania y Europa, sino contra todo el mundo».
Invitó a hablar a varios de los presentes, como ciudadanos huidos de la guerra y representantes de varios partidos lusos, como Iniciativa Liberal, que defendieron la importancia de seguir luchando.
Los manifestantes mostraron también una bandera gigante de Ucrania que cargaron entre todos durante varios minutos.
En declaraciones a EFE, Sadokha aseguró que los ucranianos están «indignados» con las recientes declaraciones de Donald Trump, que quiere negociar la paz directamente con Rusia, sin contar con Ucrania, y que ha llegado a calificar de «dictador» al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, además de responsabilizarle del inicio del conflicto bélico.
«Los ucranianos se quedaron indignados por estas primeras declaraciones de Trump y por el hecho de que iniciara conversaciones con Putin, porque entendemos que está legalizando a un criminal que ya ha matado a tanta gente, ha robado niños, ha causado tanto sufrimiento al pueblo ucraniano», afirmó el líder de la asociación.
Aún así, matizó que de momento «son solo declaraciones» y Estados Unidos sigue ayudando a Ucrania.