Por: César F. Herrera.
» Si esto fuera de dos vías
hablaríamos de usted».
Así le dijo hace días
la Magistrada Germán
a ése mismo bergante
llamado Jan Alan
delante del presidente
y frente a toda la gente
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¡ Qué pronto llegó ése día!
¡ La vida tiene ironías!
Qué humilde se vió el señor
con su carita de horror
entregando los expedientes
a su ofendida incumbe te.
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Ahí no incluye el señor
los papeles importantes
de su frondoso expediente.
Tampoco está Catalina;
No aparece Gonzalo
y mucho menos Medina.
Ya botó los de Diandino,
y a lo largo del camino,
el de ODEBRECHT se perdió.
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Pero hay una oficina
donde todo comenzó
ahí reposa el archivo
de todo lo que ocurrió
con la Punta Catalina.
No importa que sea en Brasil
o en la» bolita del mundo»;
pronto sabremos el rumbo
de todos los bagamundos…
de quiénes son esos nombres
que esconden los codinomes.
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Hay mucha gente señores
con diarrea y con temblores
y como si fuera poco,
también con muchos dolores.
No pueden salir tampoco
ni siquiera al aeropuerto,
allí lo espera un concierto,
y los llevarán ahora
hasta La Nueva Victoria,
bailando bachata y salsa,
y un buen perico ripiao
al ritmo de la tambora,
de la guita y la maraca.
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El tiempo es implacable,
la gente ahora espera,
cuando se coman el cable,
lo disfruten de verdad
y tomen de la sicuta
que le dieron a la gente
y no vuelvan jamás.