Katerine Joseph es abogada de profesión, con másteres en Trabajo y Empleo, y en Gobierno y Administración Pública.
Desde hace ocho años trabaja en una organización sin fines de lucro. Realiza los quehaceres de su hogar, cuida a su pequeña hija y mantiene la sonrisa intacta mientras enfrenta el día a día. Hasta aquí, su perfil podría parecer el de cualquier mujer exitosa. Pero la perspectiva cambia cuando se conoce que hace todo eso sin ver.
Perder la visión lentamente fue un proceso doloroso que la obligó a reinventarse desde cero. Motivada por su deseo de superación, se refugió en iniciativas y programas facilitados por la Fundación Dominicana de Ciegos, con quienes comenzó su proceso de adaptación a un nuevo estilo de vida como persona ciega.
Aprendió a leer en braille, a utilizar tecnologías accesibles y a trabajar con computadoras. A la par, estudiaba derecho, lo que le abrió las puertas para trabajar en el sector público dominicano.
En 2013 llegó a España, gracias a una beca del Gobierno dominicano, para realizar un máster en Gobierno y Administración Pública. Según cuenta, no tenía ningún familiar allí, pero a través de una tía consiguió que una amiga la recibiera y la ayudara con sus primeros pasos en la capital española.