Luis Dicent le pidió a William Rosario «decir la verdad» y desvincularlo del caso

Al hablar por segunda ocasión, este jueves, ante Kenya Romero, jueza de la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional y la que Listín Diario pudo conocer algunos detalles, Dicent reiteró que era inocente.

Repitió, como lo hizo el miércoles que Rosario Ortiz era su amigo y su vinculación en este caso consistía justamente en este lazo, por lo que le pidió decir si por “abuso de confianza” cometió los señalamientos que asegura el ministerio público y que lo llevaron a él también a estar frente a un tribunal.

Le pidió a Rosario Ortiz, que por ser amigo, su exjefe diga la verdad aunque indicó que de ser cierto estos señalamientos sería “capaz de dudarlo”, porque es su amigo, amigo de su familia y estaba agradecido por la forma como lo trató cuando fue su jefe.

“Te ruego que si tu tuviste algo que ver con esto y por relaciones mías contigo”, lo digas dijo en un momento.

Aseguró sentirse en un limbo donde sólo le queda fe en el tribunal y en Dios, porque lo que ha visto y escuchado es algo “terrorífico”.

Dijo que no duerme y que llora todas las noches por el caso y por las piedras que tiene en los riñones.

Luis Maisichell Dicent  expresó que “en confianza y con fe” se sentó delante de la magistrada Miriam Germán Brito, Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho, a cambiar la querella por una denuncia tras la sugerencia de sus asesores.

Argumentó que todas las informaciones primarias que ha presentado el ministerio público se las entregó él, por lo que no había “forma de ligarlo al entramado”.

Dicent dijo que las acusaciones que hace la prestadora Valentina Rosario, en su contra de que se le acercó en el ascensor y que alguien le hablaría de un sorteo, tendrían que probarse, pero nunca había tomado  el asesor con mujeres, menos con ella “por una posición de peligro sobre todo lo que pasó con Leonardo Faña”.

El miércoles el exadministrador de la Lotería Nacional, también habló ante el tribunal y negó las acusaciones en su contra.

Dijo que trabajó en campaña para llevar a Luis Abinader a la presidencia  por lo que tras su triunfo pidió cinco puestos de trabajo y en ninguno estaba la Lotería, pero cuando ya no quedaba nada, el Estado lo puso en una institución “quebrada”, que tan sólo con 9 meses al frente de ella, dejó con más de 400 millones de pesos.

Negó tener relación con los implicados muchos de los cuales conoció cuando era llevado a la cárcel de la Fiscalía del Distrito Nacional.

Informó que pensó quitarse la vida por estos señalamientos, pero no lo hizo por sus hijos, para que no les llamaran “huérfanos del delincuente”, además de que quería demostrar su inocencia.