Por Güido Gúmez Masara,- Presumiendo que el razonamiento de la gente anda de vacaciones, desde el poder se cae en el delirio de subestimar el sentido de observación y dosis de criticidad frente a comportamientos distantes de la razón y prudencia.
Afortunadamente, una de las manifestaciones de madurez de la ciudadanía está asociada a la interpretación de los lazos invisibles que, antes de explotar el proceso de investigación y/o el interés de las autoridades competentes, identifican las cercanías en capacidad de comprender el material a ponderar por la autoridad judicial.
Primero, la auditoría visual y un crecimiento patrimonial divorciado del origen del afortunado en condiciones de provocar murmullos en la proximidad familiar y estilos de vida insostenibles con el salario público. Y en segundo orden, el afán de ingresar al fastuoso mundillo de los negocios privados, sin destrezas, y con montos invertidos que representan la huella comprometedora de los procesos por venir.
Ahora que fuera de las fronteras nacionales, los hondureños andan alarmados por la condena del hermano del presidente Hernández en una corte de Nueva York, resulta provechoso recordar la jurisprudencia de las desventuras de Salinas de Gortari, los hijos del exmandatario panameño Martinelli sometidos a procesos por transacciones peligrosas, los sobrinos de la pareja presidencial venezolana atrapados por la DEA, el hijo mayor de Michelle Bachelet tomando ventajas en operaciones inmobiliarias, Hunter Biden enredado con la empresa de energía ucraniana Burisma y el afán de los adversarios de su padre por dañarlo en la campaña presidencial.
Aquí, el mismo proceso autoritario que comenzó en 1930 llegó a niveles de ridiculez con el hijo mayor del tirano, al asignarle rangos sin alcanzar la mayoría de edad, la hermana del heredero de sus fuerzas hizo de la Cruzada del Amor, fuente de tolerancia y excesos sin precedentes, y actualmente las correctas interpretaciones relativas a gracias familiares insertas en el presupuesto nacional, generan molestias en la dirección media y cuadros políticos.
Por eso, la gestión pública provoca una inmediata vulnerabilidad en el funcionariado que no aprende a deslindar entre las relaciones de familiaridad, los límites de la legislación y el avivatismo ventajoso.
La mejor forma de entender los excesos que están pendientes en los tribunales relativos a los actos de corrupción de la administración 2012-20 descansan en un entramado de colindancias, aparentemente invisible, pero develadas por la rigurosidad investigativa de una Procuraduría General (PGR) con sed de llegar hasta las últimas consecuencias.
Así, los contratos de los hospitales cabalgaban en el tropel que la asociación sanguínea facilitaba bajo el entendido de que tanta cercanía inducían al beneficio y la bendición de una hermandad, adicta al detalle de todos los vericuetos del mando, incapaz de desconcocer las ventajas del benjamín.
Aunque será materia para auscultar en procesos penales pendientes, cuesta trabajo creer que el organismo de mayor control de la información de inteligencia, en el marco de sus contactos institucionales, no detallara al jefe de Estado la orquestación financiera de su celador íntimo exhibiendo caudales de recursos y pretendiendo la bendición de una pastora, siempre lista en la cobertura indecorosa de un crecimiento patrimonial pasible de la condena divina.
Además, una cámara haciendo cuentos y obedeciendo los mandatos del inversionista/ministro con la habilidad de poner a su concuñado en la ruta de falsificar auditorías para creer que su mundo estaba a
Jenchy Suero
Jesús Antonio Suero Castillo (Jenchy Suero), nació en San Juan de la Maguana, catedrático universitario, comunicador, economista y abogado. Ha dirigido diversas entidades profesionales y organizativas de la sociedad, etc. Jenchy Suero, conduce y produce el programa televisivo: “Primera Hora” y conduce “Panorama Social, ambos cada día de lunes a viernes en la televisión de Santo Domingo República Dominicana.